Mi reflejo en sus ojos se desdibujaba a medida que me desprendía de su mano, cada vez que yo decidía avanzar. Su suspiro cargado de melancolía me retraía demasiado. Pero no podía dejar mis necesidades en segundo plano sabiendo la importancia de los mismos. Porque de eso va mi vida, dejándome a lo último. Escogiendo ver a todos sonreír, prefiriendo que yo quede al final.

Decido cambiar, dar un vuelco a la historia y creerme capaz de revertir la historia. Pero te ves tan desilusionado. Quizás porque no esperabas que reaccione de este modo. O tan sólo te falta acostumbrarte a ver que alguien más puede progresar sin tenerte a su lado. Parezco llena de rencor. Pero al soltarte me estoy soltando a mí misma. Estoy desprendiéndome de aquello que mucho tiempo me persiguió y hoy quiero decirle adiós. Darle un punto final para permitirme avanzar. Pero ir por otro camino. Sin embargo, algunas veces tendré que verte. Aunque me calma saber que ya no será el mismo reflejo el que sienta. Eso es bueno.

Las cosas van cambiando, todo va a terminar, como se supone que debe ser.