Quería correr. Todos ellos parecían tan convencidos. Me lo repetían tantas veces.

"Mejor alejate de él" "No te conviene" "Ya encontrarás a alguien mejor" y yo como una inutil los evadía. ¿Qué sabían ellos de mi felicidad? Creía en cada cosa que decías. En cada latido estruendo que mi corazón daba. Porque sabía que vos provocabas esas locuras. Y no temía a nada, porque era todo sano. Todo natural. Todo tan...especial. Como vos me lo prometiste, cada vez que dejabas salir un te amo bajo mi nombre. Nadie estaba de acuerdo conmigo. Decían que era por mi bien, pero acaso, ¿tan ciegos estaban que no podían descubrir mi sonrisa enorme cada vez que te tenía a mi lado?

Seguí mi vida lejos de ellos, y persistente con el sueño que creí que vivíamos ambos. Pero en el sueño, surgió la pesadilla. Y caí. Caí feo, profundo, y me perdí en un montón de sensaciones raras, tristes, tanto pero tanto, que ni siquiera me interesaba en mí misma. Sino en hallar la forma de volver el tiempo atrás. Hoy, siendo que paso tanto tiempo ya. Me doy cuenta de como las cosas cambian con el tiempo, y agradezco de que éste me enseñe a seguir adelante más allá de todo, y de todos. Porque si bien erré, también aprendí.

De todas formas; fuiste un lindo error.