Ahora sí, siendo 11:58 pm, sintiéndome libre de obligaciones puedo hacer mi desahogo.
Fue un finde activo, con muchas risas, emociones, y sensaciones ricas (en el buen sentido de la palabra). Creo que la vida está para vivirla, y mucho más. Y siento que a cada rato voy aprendiendo de ello como puedo.
Si bien algunas cosas siguen mal, sé que el remedio no tardará en acaecer y encender al fin una luz. Mi luz este fin de semana que ya está terminando, inició con Micaela, mi mejor amiga. Y está acabando con el hecho de que mi favorito dentro de la casa más famosa de la Argentina, sigue dentro (Gran hermano, me haces una viciosa fea).
Mañana, (bueno hoy, ya son las doce) se cumplen tres tristes años desde que mi abuelo fallecio. Pero no bajo los brazos por él. Porque lo amo, y jamás lo abandonaría, la memoria me mantiene sujeta a su corazón. El más noble y sagrado.
En fin, todo está calmo. Voy a hacer el esfuerzo de mantener las cosas así.